CAMBIANDO LAS REGLAS DEL JUEGO
REVOLUCIONANDO LA INDUSTRIA DE LOS JUEGOS DE CARTAS COLECCIONABLES
James White lleva más de 20 años en la industria de los juegos. En ese tiempo, ha visto cómo los juegos van y vienen. Productos lanzados a bombo y platillo que se desvanecen. Juegos que se trasladaron a internet, lejos de las tiendas de juegos locales, que son la columna vertebral de la industria. Eso es lo que llevó a James y Robbie Wen a crear su propia empresa de diseño, desarrollo y publicación de juegos, Legend Story Studios. Iniciada en 2012, el objetivo era crear un juego de cartas coleccionables completamente inmersivo que pudiera rivalizar con los más grandes del sector. Para Legend Story Studios, cada parte de su estrategia y sus operaciones tienen una intención concreta, está cuidadosamente considerada y nunca está en desacuerdo con la visión original, en palabras de James White "unir a la gente en carne y hueso a través del lenguaje común de jugar a grandes juegos."
No obstante, las cosas buenas requieren su tiempo. James y Robbie pasaron siete años desarrollando Flesh and Blood, el juego de cartas coleccionables que llegó a las estanterías de las tiendas en octubre de 2019 y que ahora se encuentra en 3.200 tiendas de 35 países de todo el mundo. Esos años los pasaron diseñando, desarrollando y creando profundidad en el mundo que James y Robbie han construido. "Queríamos asegurarnos de que teníamos las bases de diseño para evolucionar el juego de manera elegante con el paso del tiempo", dice James, señalando un escollo común en el que pueden caer los editores.
Sin embargo, a Legend Story Studios esto le ha abierto varias oportunidades clave y le ha permitido lograr un rápido crecimiento, lo que le ha colocado firmemente en la cima del índice Fast 50 de este año como la empresa con el crecimiento más rápido de Nueva Zelanda, con una tasa de crecimiento que no ha sido igualada por ningún ganador anterior del índice Fast 50. Una hazaña como esta se ha logrado gracias a la clara visión que James y su equipo tienen de Flesh and Blood y a que se mantienen fieles a ella, pero, sobre todo, a que mantienen al usuario final en el centro de todo lo que hacen. Con los grandes editores del sector desplazándose hacia las plataformas online, James identificó una demanda de experiencias de juego en persona. "Se abrió un espacio para que alguien interviniera y cubriera esa necesidad, pero también creo personalmente que es importante que haya lugares en la sociedad para que la gente se reúna por intereses comunes". James habla a menudo de la comunidad y de la importancia de los intereses compartidos. Tiene una relevancia personal y un profundo significado para él. "Para mis amigos y para mí, nuestra tienda local de juegos es donde hemos construido una comunidad. Para mí, era importante hacer algo para preservar esta cultura de experiencias tan bonitas y tangibles en persona."Ahora, los eventos competitivos de Flesh and Blood se celebran en todo el mundo, reuniendo a jugadores y aficionados para competir en eventos regionales y nacionales. Pero esto podría no haber ocurrido por culpa de una amenaza imprevista. Poco después del lanzamiento de Flesh and Blood, la pandemia mundial por coronavirus obligó a cerrar las tiendas de juegos y a quedarse en casa. Una perspectiva aterradora para un negocio construido en torno a un producto diseñado para reunir a la gente en persona. "Parecía que podía acabar con nuestro negocio y nuestra industria", reflexiona James. No obstante, eso supuso una nueva oportunidad. Legend Story Studios ideó formas inteligentes e innovadoras de cambiar su mensaje para atraer a un público que estaba en casa con tiempo libre. "Cambiamos nuestra estrategia. Durante el confinamiento, la gente necesitaba otras cosas que hacer, algo que pudieran hacer juntos alrededor de la mesa de la cocina".
Legend Story Studios comenzó a asociarse con personas destacadas de YouTube que podían mostrar el juego en sus canales, y se enviaron 3.500 kits de introducción al juego a casas de todo Estados Unidos. "Ese fue el punto de inflexión", dice James, recordando el efecto dominó que eso tendría. A medida que más personas empezaban a jugar, lo compartían con sus amigos y a través de sus plataformas en internet, creando una expectación muy alta a través del boca a boca. "Siempre tuvimos la intención de conseguirlo. No lo hacíamos para ser un pequeño negocio, lo hacíamos para revolucionar la industria por completo".
A James no le sorprende el éxito sostenido de Flesh and Blood desde su lanzamiento. Está claro que él y su equipo lo han tenido todo en cuenta. Desde los fundamentos del diseño hasta el almacenamiento de las cartas, pasando por la distribución y el embalaje, y todo lo demás. Flesh and Blood es el primer juego de cartas coleccionables que ha lanzado un embalaje de papel totalmente reciclable. Ahora que los consumidores esperan que las empresas no solo ofrezcan un gran producto, sino que además lo hagan de forma responsable, es un ejemplo más de que Legend Story Studios lidera el camino, mostrando el espíritu pionero que les ha permitido rivalizar agresivamente con los gigantes de su industria. "No me interesa promocionar un producto por todo lo alto y que desaparezca a corto plazo. Intentamos hacer un juego y una marca que resista el paso del tiempo", dice James con valentía, aludiendo al futuro de Flesh and Blood. "Somos más que un juego, somos un conjunto de propiedad intelectual".
Con el juego ya en 35 países, los aficionados y los jugadores acudiendo en masa a los eventos competitivos, los almacenes repartidos por todo el mundo, un próspero mercado secundario de cartas y emocionantes planes de futuro, Legend Story Studios sabe que puede seguir enfrentándose a los pesos pesados de la industria, y ganar. "Nos exigimos mucho a nosotros mismos. Estamos orgullosos de lo que hemos conseguido, pero siempre nos esforzamos por hacerlo mejor".